La distinción entre un “practicante de arteterapia” y un “arteterapeuta” suele depender del nivel de educación y de las cualificaciones profesionales.
Un “practicante de arteterapia” ha recibido formación en arteterapia y está equipado para utilizar estos métodos en la práctica. Utilizan técnicas como la pintura para ayudar a los clientes a procesar las emociones, mejorar la autoimagen y desarrollar habilidades de afrontamiento.
Por otro lado, un “arteterapeuta” es alguien que ha sido capacitado y calificado como terapeuta, con especialización en arteterapia. Por lo general, han recibido una formación más amplia y pueden profundizar más en este enfoque específico.
En resumen, un “practicante de arteterapia” ha recibido una formación especializada en arteterapia, mientras que un “arteterapeuta” está autorizado a trabajar como terapeuta, con especialización en arteterapia.
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